Cuidados post-extracción dental infantil para mamás ocupadas
A continuación, te damos una guía paso a paso para que sepas exactamente cómo cuidar a tu pequeño después de una extracción.
A continuación, te damos una guía paso a paso para que sepas exactamente cómo cuidar a tu pequeño después de una extracción.
Si tu pequeño acaba de pasar por una extracción dental, es normal que te sientas un poco preocupada sobre qué cuidados seguir para que su recuperación sea rápida y sin complicaciones.
A continuación, te damos una guía paso a paso para que sepas exactamente cómo cuidar a tu pequeño después de una extracción dental y asegurarte de que esté cómodo y recuperándose sin problemas.
Después de la extracción, es importante que tu pequeño se sienta relajado. A veces, los niños se asustan un poco al ver sangre o sentir molestias. Puedes explicarle que todo está bien, que lo que está sintiendo es parte del proceso normal y que en muy poco tiempo va a estar mejor. ¡Aprovecha para consentirlo un poco de helado!
Es completamente normal que haya un poco de sangrado después de la extracción. El dentista probablemente le haya colocado una gasa en el lugar de la extracción. Tu trabajo será asegurarte de que tu hijo mantenga esa gasa mordida con presión durante al menos 30 minutos. Si ves que el sangrado continúa, puedes cambiar la gasa por una nueva, pero siempre presionando suavemente.
Evita que tu hijo esté escupiendo, tocándose la herida con el dedo o enjuagándose demasiado fuerte, ya que eso puede hacer que el sangrado continúe.
Uno de los puntos clave después de una extracción dental es asegurarse de que el pequeño siga una dieta blanda durante las primeras 24 a 48 horas. Aquí te damos algunas ideas de lo que puede comer:
Evita los alimentos duros o calientes, ácidos y con semillas por unos días, ya que pueden irritar el área de la extracción.
Si tu hijo quiere tomar líquidos, ofrécele un vaso normal o una cuchara. Evita los popotes o sorbetes, ya que su uso puede provocar que el coágulo de sangre que se forma en el lugar de la extracción se desprenda, lo que puede causar dolor e interferir con la cicatrización.
Es normal que tu hijo sienta algo de molestia o dolor después de la extracción. Para ayudarlo, puedes darle el analgésico que te haya recomendado el dentista, como paracetamol o ibuprofeno, pero evita la aspirina, ya que puede hacer que el sangrado dure más. Siempre sigue las indicaciones del dentista sobre la dosis y frecuencia.
Aunque tu hijo tal vez quiera volver a jugar o correr por la casa, es importante que descanse al menos el día de la extracción. Las actividades intensas o juegos bruscos pueden aumentar el riesgo de que el área se irrite o vuelva a sangrar.
Un buen plan es quedarse en casa, armar un rompecabezas, ver películas, leer juntos o hacer alguna actividad tranquila. ¡Aprovecha este tiempo para tener un rato relajado y sin mucho movimiento!
Aunque la extracción haya sido en una zona específica, es importante que tu hijo siga cepillándose los dientes. El primer día, evita cepillar la zona de la extracción, y al día siguiente, puede comenzar a hacerlo de manera suave y con un cepillo de cerdas blandas. En cuanto a los enjuagues bucales, evita usarlos el primer día para no interferir con la cicatrización, es importante empezar a usarlo después de 24 horas.
Es buena idea que sigas revisando el área de la extracción durante los primeros días. Si notas algo fuera de lo común, como una hinchazón muy severa, fiebre o un dolor que no mejora con los analgésicos, no dudes en contactar a tu dentista.
La mayoría de los niños se recuperan rápidamente después de una extracción, pero estar atenta a cualquier señal inusual es clave para asegurarse de que todo está sanando correctamente.
Tu hijo puede volver a su rutina normal después de 24 o 48 horas, siempre y cuando no haya ninguna complicación. Si se practican deportes o actividades físicas intensas, es recomendable esperar al menos una semana para evitar cualquier problema en la zona de extracción.